jueves, 8 de diciembre de 2011

NIEBLA Y LLUVIA EN LOS MUELLES



Las mañanas otoñales son proclives a ofrecernos rincones urbanos solitarios y desdibujados por la niebla. Encuadres desenfocados tras una cortina de lluvia, o paisajes difuminados por las altas concentraciones de humedad en la atmósfera de los entornos marinos.


Es como si la naturaleza quisiera ocultar a nuestros ojos la promiscuidad de la realidad cotidiana, ensuciada por la acción deshonesta del hombre sobre la obra de la que es responsable, o el paisaje mutilado por su intervención transformadora.


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