MÁGICA NOCHE DE SAN JUAN

La noche de San Juan se celebra en el marco de toda una serie de ceremonias mágicas caídas con el tiempo en desuso y en el olvido al que lógicamente conduce la evolución del conocimiento humano. Cuando la magia no existe se transforma en todo un conjunto de costumbres y tradiciones cuyo significado primigenio se pierde en el tiempo.  No solo la ciencia a cambiado  las ancianas ceremonias. El Cristianismo colonia lista ha contribuido a esta mutación. Pero es esa una cuestión que no hemos de trasladar a esta página que solo pretende recoger, de la forma más artística que he podido, un evento que, año tras año se viene produciendo 3 noches después del advenimiento del solsticio de verano. La ceremonia comienza, como no, con el engalamiento de  las fuentes, morada habitual de las xanas, protectoras de tesoros y riquezas. 

  Poco antes de que las campanadas del reloj nos anuncien la media noche, los gijoneses se dirigen a aquellos asentamientos en los que, a lo largo del día se han almacenado ingentes cantidades de madera, que antiguamente estaban formadas en gran medida por viejos muebles en mál estado y  toda clase de enseres y utensilios ya en desuso.

Hoy en día la quema  viene precedida de un pequeño espectáculo pirotécnico que nada tiene que ver con la tradicional Foguera.Abundan también los resplandecientes vasos plásticos, brillando al contraluz de las llamas que se recortan en el horizonte

Pequeñas hogueras caldean el ambiente al tiempo que iluminan la oscuridad de la noche de cuarto creciente y exenta de estrellas. Son alimentadas con malos recuerdos anotados en pequeños papeles que se arrojan al fuego al tiempo que resultan una respuesta optativa a la gran hoguera institucional. Que se eleva imponente, recortando siluetas y lanzando al aire nubes de chispas que recrean un paisaje infernal. ¡Ojalá estos fuegos hayan ahuyentado las negras nubes que se ciernen sobre los cielos de esta tierra maltrecha.  

JUAN GARAY