Valencia siempre fué conocida por sus fiestas, las fallas, las mascletás, atraen miles de viajeros durante el mes de marzo. Menos conocidos son sus expléndidos carnavales, pletóricos de ingenio y de espíritu crítico. Un verdadero goce para quien tiene el placer de disfrutarlos y una verdadera enseñanza para los que pretender rescatar esta fiesta crítica, ácida y transgresora. Resulta un verdadero placer contemplar más de tres horas de desfile sin que aparezca una sola brasileña, danzando al ritmo de la samba.
Cuando se asiste por vez primera al Carnaval Valenciano, se tiene la extraña impresión de que, ante tus ojos, se va a suceder un despliegue de imágenes etnográficas, o una réplica en pequeña escala del fenómeno fallero ¡Nada más lejos de la realidad! Lo que ocurre es que el verdadero carnaval es introducido por una banda de música tradicional y por las reinas y damas de las fiestas falleras. El carnaval, como tal, vendrá a continuación, y resulta realmente explendoroso.
Tras las carrozas falleras, el verdadero carnaval. El que toma las calles, haciéndolas suyas, aquel que permite, al menos una vez al año, transguedir las "buenas" costumbres y subvertir el orden establecido.
Cada agrupación, con una sintonía perfecta y un gran despliegue imaginativo, nos va narrando historias, que, en esta ocasión, como era de esperar, suelen versar sobre el tema que ocupa a todos los españolitos: La corrupción, los recortes, el desempleo y todos los males que la gran estafa nacional están destrozando las vidas de los ciudadanos de a pié.
No podían faltar tampoco las protestas originadas por la política de traslado de las fechas de las celebraciones festivas, al objeto de evitar puentes, y sus consecuencias funestas para la quema tradicional de fallas el 19 de Marzo, los peligros del recorte sanitario, o el brutal incremento del I.V.A.
Interesante, y de una gran belleza plástica, resultó también el trabajo realizado sobre la pintura, y el papel que cada cual pinta en ella.
La gran estafa y la fuga de cerebros, también se hicieron un hueco en el desfile.
Sueños, Arte, Ilusión, Felicidad...
Y, como no, la Paella, haciéndole la guerra al arroz negro.
La amarga Rita...
Un toque moderno, aportado por la sección gótica del Carnaval.
El cierre de la televisión autonomica Valenciana, el mes de Noviembre del pasado año, no podía menos que ser reflejado en la presente edición de los Carnavales. Los carnavaleros reprodujeron multitud de las secciones del ente público, relacinándolas directamente con todos los casos de corruptela que asolan el país.
Cuando los recortes obligan a compartir.
La violencia policial.
Por supuesto no podían faltar las series rosa televisivas.
O los consabidos programas culinarios.
Otros temas variados, como el de las antiguas colonias en America, también tuvieron su pequeño rincón en el desfile.
Las nuevas tecnologías, las imitaciones, y el pasado, presente y futuro de las fallas, también estuvieron presentes.
Una parte importante de la demostración, fue dedicada a los cuentos que nos contaron, los de siempre, y a todos aquellos con los que hoy en día nos quieren engatusar.
Hoy por hoy, de lunes a domingo al sol.
Últimos cuentos de la vida cotidiana.
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