Un paseo por el antiguo cauce del Turia, nos conduce al inmenso complejo de LA CIUDAD DE LAS ARTES Y LAS CIENCIAS.
Esta colosal obra se gestó entre los años 1991, en que el Consell aprobó la cesión de los terrenos, y Calatrava presentó el primer proyecto, y el año 2005, año en el que, oficialmente, se dieron por finalizadas las obras, aunque, al día de hoy, en el Ágora tan solo se ha podido ofrecer un concierto y parte de las extructuras, presenten un considerable deterioro.
Cuando se accede desde el centro de la ciudad, el primer complejo que puede contemplarse es el del Hemisferic, edificio destinado a la exhibición de películas en gran formato, 3D y todo tipo de proyecciones digitales.
A continuación, aparece el edificio del Museo de las Ciencias Principe Felipe, cuya superficie se encuentra francamente infrautilizada, a excepción de la planta baja y la primera, en las que de una. forma lúdica se pueden realizar diversos experimentos. El resto se limita a exhibir una serie de paneles con información que hoy en día no tiene demasiado interés, por estar disponible en las redes sociales, al alcance de cualquier usuario. Tal es el caso de las biografías de Severo Ochoa y Ramón y Cajal.
El Ágora es un espacio destinado a conciertos. En un principio se habia pensado instalar allí la sede de la Filmoteca Valenciana, pero ni uno ni otro destino llegaron a ver nunca la luz. Tan solo se ha realizado un acto desde el día de su inauguración. La obra está inconclusa y, como ya ha sucedido en demasiados proyectos de Calatrava, la fachada comienza a dar muestras de múltiples deficiencias. No obstante, hemos de decir que el diseño resulta realmente impactante.
El conjunto se complementa con espacios destinados a la restauración, el paseo contemplativo, aparcamientos y demás. Son destacables las terrazas y el Umbracle, amplio paseo profusamente decorado con cerámica valenciana, bajo el que se encuentra el Parking.
Con la llegada del Crepúsculo y la noche, el complejo adquiere cierto giro fantástico que dota al conjunto de un aire futurista.
Al fondo de esta extensa superficie, se encuentra el Oceanográfico, sección que, por su interés y profusión de imágenes, y al objeto de no resultar pesado, ocupara otra entrada de este blog.
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