miércoles, 31 de agosto de 2011

TODOS A LA CALLE, GIJÓN 31 DE AGOSTO 2011

No podía imaginarme, al iniciarse la concentración en El Humedal, que la convocatoria habría de tener la respuesta que pronto pudimos constatar. Lo que minutos antes de las siete no pasaba de un grupo de amigos. No tardó en convertirse en una verdadera manifestación de las que, los gijoneses, no acostumbramos a ver desde hace décadas, si exceptuamos la anterior convocada por el 15 M

Poco a poco, en continuo e inmenso goteo, la gente fué apareciendo por las calles adyacentes hasta lograr completar el gran aforo de que dispone este amplio espacio gijones.El recorrido de la manifestación también tendría un caracter excepcional: De la plaza, pasando por la Avenida de Schultz, a la Calle Mieres para realizar una primera parada en la sede social del PSOE, en cuyo interior se veían un grupo de nerviosos militantes, entre ellos algún histórico conocido, que, manos a la espalda, paseaba nerviosamente por el hall del local  fuertemente protegido por las fuerzas de seguridad temerosas del pacifismo de tan numeroro grupo de bárbaros, cuya única violencia consistió en increpar la política derechista y antidemocrática de la que hace alarde el partido en el poder. Eslogans como:¡Zapatero, Rajoy, la misma mierda son!; ¡No a la
Constitución de la pobreza! ¡Abajo,abajo, no hay trabajo! ¡Ni rey, ni constitución, ni partidos!, Un banquero se balanceaba sobre la burbuja inmobiliaria y como viera que resistia se fué a llamar a otro banquero! Eran voceados y aireados en pancartas y carteles.
                                                                 
                                                                         
Las masas populares tomaron a continuación la avenida que lleva el nombre de un historico fundador de la UGT asturiana, la conocida con el nombre de Manuel LLaneza. Cuando  la cabecera de la manifestación se encontraba a la altura de Pablo Iglesias la cola aún pasaba por el cruce entre Schultz y Llaneza, lo que nos puede dar una idea, un tanto abstracta, de la participación en el evento. Cabrales y Menéndez Valdes fueron los caminos adoptados para acceder a El Parchis, como se conoce popularmente a la plaza que nuestros ediles se han empeñado en denominar como Instituto.
Fué allí cuando le toco el turno al segundo partido, el de la oposición, quien recibió idéntico tratamiento al otorgado a su compañero en el congreso. El dispositivo policial era, si cabe, más ostentoso que el anterior.  Tras las oportunas increpaciones la manifestación se dirigió nuevamente a Cabrales para adentrarse en la plaza del Ayuntamiento, donde la inmensa mayoría se disolvió quedandose un reducido en aquel lugar, intentado abrir un turno de intervenciones muy dificiles de seguir debido a la mala calidad del sistema de amplificación del sonido. Imagino que un  acto de esta magnitud no habrá reblandecido lo más mínimo los duros corazones de la clase política que tan solo nos hará caso el día en que la práctica totalidad de la población tome las calles.                                         

1 comentario:

  1. Hay motivos más que evidentes para estar en la calle. El problema de los políicos que nos gobiernan, y los que nos gobernarán, es que tienen un oido selectivo. Oyen lo que les interesa. Así nos va.

    ResponderEliminar