jueves, 25 de agosto de 2011

VERANÍN




Para veranillo, el que estamos teniendo. Invierno suave, diría yo. Menos mal que somos una ciudad de excelencia turística. Unica actividad económica planteada desde las altas esferas que también se basa en las excelencias de nuestra gastronomía.Claro que llegados a ese punto, nos encontramos con que hasta los empresarios de hostelería se quejan de las deficiencias del servicio. Quizas si estuviesen dispuestos a contratar verdaderos profesionales y a pagarles justamente por supuesto, este segundo problema quedaría perfectamente resuelto.

Tengo entendido que en esta villa existe una escuela de hostelería, dicen que funciona, pero los graduados se encuentran en el paro. Por otra parte siempre hubo en nuestra ciudad sabios camareros que muchas veces se ven imposibilitados a competir con los bajos salarios que otros, por pura necesidad, se ven obligados a aceptar. Aunque en su vida hubiesen cogido una bandeja o "tirado un culín de sidra".

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