sábado, 18 de febrero de 2012

ASTURIAS SE HIELA




    El momento es llegado de abandonar, al menos por un tiempo, las cálidas ciudades africanas, sus ardientes desiertos, sus casi vírgenes cumbres. Un viento helado, dicen que siberiano, recorre nuestros campos y nuestras ciudades. Su origen es tan conocido como absurdo e impersonal. Este quinto jinete apocalíptico se conoce con el nombre de La Crisis y su virus procede del cabalístico e ignoto mundo de las finanzas, de la especulación y el engaño. Su corrupta ponzoña posee el poder suficiente para producir más víctimas que el conjunto de las plagas sufridas por la humanidad a lo largo de su historia.





    Él es responsable de la soledad de los andenes vacíos, de las ruinas testimoniales de un pasado industrial y ganadero en esta tierra nuestra, castigada por la avaricia e inoperancia  centenarias   de nuestra clase dirigente. Es el virus que propicia los yermos, las naves en ruinas, el hambre y la desesperanza de unos hombres que habrán de volver a su condición secular de emigrantes, si es que existen aún tierras que quieran acogerlos.








    Tal vez intentando congelar el tiempo y la pureza de nuestra tierra y el espíritu de sus gentes, el frío amigo Invierno a cubierto con un manto de hielo aquello que nos resta de nuestro histórico pasado.











    Bajo sus cristalinas capas duermen los vestigios de  riquezas minerales abandonadas a su suerte por el mal hacer de nuestros dirigentes. El rojo oligisto fuente del hierro o el carbón que contribuían al florecimiento de la industria siderúrgica. También se ocultan a la vista del especulador las fértiles tierras, temerosas de ser convertidas en edificables parcelas que transformar en rápidos y sustanciosos beneficios inmobiliarios. 






















Son estas fortalezas cristalinas en forma de lanza una suerte de augurio que nos advierten de una defensa necesaria que aún no ha sido gestada ni organizada, pero que sabrá mostrar su eficacia el día en que el pueblo astur vuelva a tomar las calles, para demostrar quien debe de ser el verdadero dueño de la situación.


No hay comentarios:

Publicar un comentario