Mi amiga Sandra será en breve madre de un niño que, estoy seguro, llegará a este mundo con la fuerza que tanto precisamos los humanos. Sea su primer grito al contactar con nuestra atmósfera, un canto de esperanza y rebeldía ante la herencia que pensamos dejarle.
Tengo puesta toda mi confianza en que han de ser las generaciones futuras quienes consigan, de una vez y para siempre, liberar a la humanidad del lastre de siglos de desigualdad e injusticia.
Esos pequeños pies que aún no han usado sus primeras calzas, han de recorrer el camino que otras generaciones ya han dejado atrás. Pero serán tal vez sus pasos más firmes y seguros.
Del otro lado del espejo de la vida se ven la luz y el color desafiando la oscuridad y las grises existencias.
Entretanto, la madre, serena contempla desde la penumbra la luz exterior y el devenir de un mundo que, en pocos días, ha de formar ya parte de la historia de su hijo.
Desde mi blog admiro tu maternidad serena y comparto la alegría que te inunda.
Que nunca te abandone ese ansia de libertad que estoy seguro, sabrás transmitir a tu hijo. Disfruta de estos últimos días de maternidad, yo, por mi parte te deseo el más feliz de los partos.
Muy buen trabajo Juan,fantasticas las fotos y los textos,yo siempre me fijo en el rostro de las embarazadas que irradian una inmensa belleza llenos de la luz de la esperanza y de la felicidad intima.Todo lo mejor para Sandra y su hijo ....y tambien para el padre de la criatura.
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